Revista Digital de Investigación y Postgrado, 5(10), 233-246
ISSN Electrónico: 2665-038X
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No obstante, este tipo de desplazamiento, puede llevar a diversas encrucijadas, producto de
las relaciones con las cuales el individuo se puede topar, lo que puede conducir a un laberinto
caleidoscópico. Al respecto, resulta relevante reflexionar sobre la dimensión axiológica y eco-
lógica, perspectivas obligatorias, debido a la profundidad de las relaciones situadas en lo emer-
gente. La axiología, implica reconocer la importancia de los valores, y como permean en la
relación investigador- realidad. Es una forma de estudiar la ética en conjunto con la moral y
como estas ayudan en comprender y analizar la conducta del hombre a nivel individual y co-
lectivo. Su misión, es guiar al investigador en escenarios laberinticos y fungir como un halo de
luz, que fomente una actividad investigativa consciente que promueva la responsabilidad, el
valor de la vida y afiance según Shamoo y Resnik (2009), la colaboración, cooperación y con-
fianza entre diversos actores, hecho que afianza la relevancia de la intercolaboración en la
transcomplejidad. Bajo el estudio del Ciberespacio, tal como Campos y Hernández (2022) señala
la ética debe sostener una visión integral, centrada en la resolución de problemas/o necesida-
des, superando las condiciones consumistas e impositivas del halo industrial e implica una com-
prensión sinérgica que desde lo praxeológico brinden usufructos teóricos al tejido societal,
reconocimiento las relaciones emergentes que configura un entramado en constante desarrollo.
Por último, la dimensión ecológica, que busca estudiar desde una postura descriptiva, evolutiva
y funcional, la relación entre seres vivos y su entorno. Es una forma, para responder ante la
crisis ecosistémica actual y visualizar el impacto de las investigaciones desde una postura sus-
tentable e incorporar en el investigador una mirada ecosófica. En el caso del ciberespacio, per-
mite reflexionar como su desarrollo ha trastocado la dinámica ambiental, debido a la
profundidad, e impacto de sus estructuras, observándose relaciones más allá de lo societal que
irrumpen en lo natural, producto de las profundas redes tecnocientíficas y algorítmicas que cu-
bren al planeta.
La interacción de todas estas dimensiones, permiten el intercambio y resignificación discipli-
naria, mediante un mapeo epistémico que pueden redimensionar la actuación investigativa,
hecho que favorece la presencia de conceptos, posturas y enfoques que reafirman la presencia
de la transdisciplinariedad, beneficiando el intercambio, la confrontación y complementariedad
entre diversos actores sociales, modelos epistémicos e interpretaciones holoideticas, todo ello,
con la intención de transcender al discurso lineal y sostener un tejido profundo, reflexivo mas
no concluyente, por lo que debe resultar un detonante para nuevas miradas teoréticas consi-
derables como emergentes. En palabras de Deroncele, Gross y Medina (2021), es incitar en el
ciberespacio como un campo relacional emergente un ejercicio reflexivo que trascienda al dis-
curso académico y promueva una lógica socio productiva con capacidad de brindar respuestas
e innovar la sociedad desde lo emergente.
Lo expuesto, permite en el estudio del ciberespacio construir un hilo armónico que permita
atender desde la reflexión hermenéutica, la presencialidad, virtualidad y digitalidad. Para ello,
resulta conveniente el uso de nodos problematizadores es decir puntos de reflexión que con-
sideren el azar, la incertidumbre y la contingencia como formas de profundizar la construcción
teorética y presentar un discurso emergente, reflexivo e inconcluso que exponga una realidad
El ciberespacio y la investigación emergente: una visión transepistémica y
transdialógica desde la transcomplejidad